sábado, 22 de febrero de 2020

- Ancestros - Capítulo 3


Enery Helie
Enery Helie


- Estate tranquila esto no va a dolerte nada – Tranquilizó Zoé a Enery mientras veía como temblaba.

- ¿Qué vas a hacer? – preguntó ella todavía nerviosa, imaginaba que la adrenalina de la paliza y la huida aún no habían abandonado su cuerpo del todo y aun la mantenía alerta.

- Tranquila solo voy a curarte, no tienes de que preocuparte – Zoé intentaba ser paciente y lo más dulce posible, aun no le había explicado nada de su don enlace, ni de nada respecto a ellas, primero quería curarla y que intentara descansar un rato, la necesitaba con la mente descansada y no aturdida como estaba ahora.

Por fin se relajó un poco y asintió para que la curara. Zoé posó sus manos sobre su rostro sin llegar a tocarla, un brillo emano de sus manos, eso quería decir que la curación estaba empezando, las mantuvo así hasta que dejaron de brillar. Cuando apartó las manos volvió a ver el rostro normal de su hermana pequeña, aunque aun estaba algo pálida y confusa, no había rastro de las heridas ni de los moretones que ya le habían comenzado a salir.

Enery la miro extrañada y se acercó al espejo que tenía una de las puertas de su armario. Se había visto la cara en el espejo del pasillo mientras estaba en los brazos de Hayden, y no había rastro de los golpes que antes tenía, aún se sentía algo entumecida, pero no había rastro ni de moretones, ni de golpes. Miro a Zoé, incitándola a que le explicara qué había pasado, cómo había sido capaz de curarla.

- Es mi don enlace, la curación – dijo con orgullo, aunque había habido una ocasión que su don no le había servido de nada, la noche que sus padres murieron, ambas habían salido del coche sin saber cómo, se habían desmayado en el choque y habían despertado fuera del coche, y ella al intentar usar su don para sanar las heridas de sus padres no lo había logrado.

- ¿Los guardianes no se supone que solo tienen control del elemento al que protegen? – Enery se sentía tonta, estaba dando por hecho cosas que no entendía y que hasta esa mañana ignoraba que fuesen reales.

- Los humanos a los que las divinidades otorgaron el control del elemento que protegían no eran humanos normales, tenían capacidades especiales, y gracias a ellos no solo heredamos el control de nuestro elemento protegido sino un don enlace, ligado a nuestra naturaleza, es algo complicado de entender lo sé, pero tendrás tiempo para leer los libros con tranquilidad y asumirlo todo. Siento no habértelo contado antes, pero mamá quiso que tuvieras una infancia tranquila, y yo después de su muerte no fui capaz de decírtelo. Quizás si te lo hubiera dicho antes no hubieras pasado por lo que te ha hecho David. – La culpabilidad la golpeo tan fuerte que la dejó algo aturdida.

- Tú no tienes la culpa, mamá tampoco lo único que queríais era darme una infancia normal, y que se suponía que ibas a hacer tu, contarme toda la historia, si no fuera porque yo misma lo he vivido creería que es mentira, te daría por loca, pero Zoé ahora que lo sé, necesito saber protegerme, ya no me vale con que lo hagas tú, ahora quiero ser yo la que cuide de mi y si tengo que hacerlo cuidare de ti, tan bien como lo has hecho tu conmigo – Ambas se abrazaron mientras sollozaban, por la pérdida, por la vida, por todo por lo que no lo habían hecho antes.

Después de estar un rato juntas, mientras leían un poco del libro, Zoé la dejo descansar,  bajo y después de tranquilizar a Hayden y de darle las gracias por lo que había hecho por ellas, se despidió de él prometiéndole que si había cualquier cambio le avisaría.

Enery después de toda la noche intentando dormir sin éxito, se acercó y se miró en el espejo del tocador y se encontró con el reflejo de una chica que ya no reconocía, ya no era la niña inocente y sencilla que era. Ahora le tocaba madurar y aprender a defenderse para que la próxima vez que se encontrará con David, poder hacerle pagar por todo lo que le había hecho a ella y a su familia.

Pasó una mano por su pelo, lo llevaba largo, pero ya no le gustaba la idea de llevarlo así, es más empezó a estorbarle, cogió unas tijeras de uno de los recipientes que tenía en el tocador cerca del espejo, se lo cepillo y fue cortando mechón por mechón, un poco más arriba de su hombro, sabía hacerlo, su madre había sido Estilista, y la había enseñado bien antes de morir. Cuando acabó se volvió a mirar al espejo para comprobar de nuevo detenidamente su aspecto, su pelo ahora estaba como ella quería, pero su ropa... salió de su habitación y se dirigió al ático donde su hermana guardaba algunas de las prendas de sus diseños, sabía exactamente lo que estaba buscando, la había ayudado con esos diseños, habían sido una colaboración con una marca conocida de ropa, no era alta costura como ella solía trabajar pero eran de muy buena calidad y ahora mismo era el estilo que necesitaba. No quería seguir pareciendo una niña, ya era hora de dejar atrás a su antigua yo. En el fondo sabía que no solo estaba haciendo esto por ella sino también para no pensar en todo lo que había pasado y descubierto.

Eligió todo lo que iba a sustituir su actual armario, y por lo que vio le daría para volver a llenarlo con más cosas incluso de las que ahora mismo tenía.

Fue bajando toda la ropa a su cuarto y colocándola, cuando termino metió su antigua ropa incluso la ropa que llevaba y la que había llevado el día anterior, se deshizo de ella en un contenedor especializado en ropa.

Cuando volvió su hermana y Kalet estaban hablando en la cocina, bastante concentrados en la conversación, lo suficiente para ni siquiera darse cuenta de las idas y venidas de Enery tirando sus cosas, cosas que ya no sentía como suyas.

Se acercó a ellos, se apoyó en la barra mirándolos a ambos intentando coger el hilo de la conversación.

Para su sorpresa estaban hablando de entrenamientos. Su entrenamiento.

- ¿Tengo voz y voto en el asunto? – Dijo notando que no iban a notar su presencia por mucho que estuviera junto a ellos.

Ambos la miraron de arriba abajo, examinándola. Pensó que estarían observándola hasta el día siguiente pero su hermana rompió el silencio.

- ¿Esa es mi ropa? ¿Y qué ha pasado con tu pelo?

- Técnicamente solo la diseñaste, y aparte de que no es tu estilo, aún tenía la etiqueta, y respecto al pelo... un pelo largo a veces estorba.

- Pensé que tampoco era tu estilo – Eran cosas suyas o su hermana estaba eludiendo el tema del entrenamiento, hablando sobre su pelo, y su ropa.

- Podemos volver al tema de mi entrenamiento y dejar a un lado como me vista o me peine, creo que en este momento es más importante.

Kalet asintió dándole la razón.

- Ya sé que tienes que entrenar pero no sé si estas preparada mentalmente para ello, y quería hablarlo contigo primero, han pasado muchas cosas y el entrenamiento es duro. Quizás te vendría bien primero descansar unos días y despejarte – Dijo Zoé preocupada, pero Enery necesitaba entrenar ya, no necesitaba más descanso.

- No crees que ya me he despejado bastante, he tenido toda mi infancia y mitad de mi juventud para ello, cosa que tu no tuviste, ahora me toca pelear, a tu lado - Zoé miró sorprendida a su hermana, como era posible que el día anterior le pareciera una niña y ahora se estuviera convirtiendo en toda una mujer.

- De acuerdo – se rindió Zoé, y tanto Kalet como su hermana sonrieron. Ambos pensaban que les iba a costar más convencerla.

- ¿Qué tal si empezamos ya? – Se apresuró a decir Enery antes de que por alguna extraña razón su hermana cambiara de opinión.

- De acuerdo, además hay un sitio que te va a encantar y llevo mucho tiempo queriéndote enseñar – Zoé llevaba años queriendo enseñarle la cabaña de sus padres a Enery, pero qué le diría cuando llegara allí y viera todo el instrumental que allí había. Puede que decirle que era un gimnasio privado que sus padres tenían pudiera haber funcionada pero su hermana nunca había sido tonta.

Los tres se subieron al coche, le mandaron la ubicación a Rose y se dirigieron allí, No querían hacer esto sin Rose, tanto para Zoé como para Enery, Rose era una persona demasiado importante para ellas, era la tercera hermana, quizás no de sangre pero dudaban que les hiciera falta compartir la misma sangre para sentirla como tal, el vinculo que las tres tenían quizás fuera más fuerte que el de la sangre. Solían decir que eran una misma alma repartida en tres cuerpos.

Al llegar, Zoé le enseñó todo a Enery mientras Kalet esperaba a Rose en la entrada, no era tan grande como su casa pero tenía un amplio terreno y un lago para no solo entrenar, recordaba haber ido allí de niña y jugar en el lago mientras sus padres preparaban picnics.

Kalet vio llegar a Rose en su Aston Martin V12, a Rose le encantaban los coches y ese había sido el coche que siempre había querido, el día que se lo compró él la había acompañado, y verle la cara de felicidad cuando se subió al asiento del piloto y escucho el ronroneo del motor, sería algo único, uno de sus mejores recuerdos.

Aparco cerca del coche de Zoé y bajó sonriente, con esa sonrisa que podía iluminar un estadio.

- ¿Qué tal está? – Le dijo dándole un abrazo, algo que hizo que su perfume, y olor de su pelo le invadiera las fosas nasales, vainilla y flor de macadamia, olía a paraíso. Se avergonzó ante sus pensamientos y se apresuro en contestar.

- Bien, Zoé la ha curado, y ahora está como lo diría... diferente. Será mejor que entremos y lo veas por ti misma, no creo que sepa explicártelo – Ambos entraron a la cabaña, y siguieron hasta el salón-comedor que había en la primera planta.

- Esto parece más una casa de campo que una cabaña, me imaginaba algo más pequeño – Estaba diciendo Enery cuando Rose y Kalet entraron y se sentaron en la mesa con ellas.

- Lo fue, pero también necesitaban un sitio tranquilo, alejado de la gente, donde poder practicar, quizás con esta casa podían separar una vida de la otra, y así intentar no centrarse solo en lo que debían hacer, sino también en vivir. Y te puedo asegurar Enery que lo hicieron, ambas somos la personificación de que lograron llevar ambas vidas, y ser felices. No sé como acabara esto de verdad pero sé que quiero que todos tengamos una vida normal aparte de esta locura, quiero decir que quiero que te gradúes, que vayas a fiestas, que conozcas a gente.

- Crees que es el momento de pensar en incitar a tu hermana pequeña a ir a fiestas – Se rio Enery, jamás imagino a la estricta de Zoé diciéndole que quería que fuera a fiestas.

- Ya no eres tan pequeña y no me perdonaría que no hayas vivido lo suficiente – en su voz no solo había bromas, en el fondo había un atisbo de lo que ninguno era capaz de mencionar, que quizás esta vez ninguno sobreviviera.

- Lo viviré, porque esta vez, vamos a acabar con ellos y luego todos tendremos tiempo de vivir, lo que sea que queramos vivir, de una manera normal.

Zoé estaba sorprendida por el optimismo de su hermana, no solo por la normalidad con la que se lo estaba tomando todo, sino la seguridad con la que pensaba en una vida después de la lucha.

- Necesito que sepas algo, no te lo he querido contar antes porque pensé que con todo esto estarías más aturdida, pero eres fuerte, más de lo que jamás imagine que fueras.

- Zoé – la advirtió Kalet

- Tengo que decírselo, ya le he ocultado muchas cosas durante demasiados años, se acabaron las mentiras. Nuestros padres murieron en un accidente de coche como ya sabes, pero lo que no sabes es que ese accidente fue provocado, por los Samelitas. – Enery quedó algo sorprendida pero visto lo visto de alguna manera se lo esperaba.

- Lo supuse – Dijo tranquilamente. Estaba temiendo que su umbral para la sorpresa se estuviese haciendo cada vez más amplio, a partir de todo esto nada la sorprendería fácilmente.

Estuvieron algún tiempo más hablando sobre cosas más normales, como que la casa tenía tres habitaciones, dos baños, un salón comedor y una cocina, un gimnasio con todo el equipamiento para aprender a pelear, sin contar con el fabuloso lago y el resto del terreno del que disponían.

-Primero vamos a empezar a enseñarte a pelear, con esa base, luego aprenderás a que con cada ataque uses tus poderes para aumentar la fuerza de tus golpes, y por último aprenderás a realizar ataque más complejos únicamente usando tu control del aire, y si tienes la suerte de tener un don enlace ofensivo también lo entrenaremos. Todo bien ¿Alguna pregunta? - Dijo Kalet entusiasmado.

- ¿Cuando empezamos?

Ya estaban en el gimnasio, Zoé había empezado a practicar con un saco de boxeo, mientras Rose luchaba con un muñeco de entrenamiento que Enery había visto en alguna película de artes marciales. Mientras Kalet le enseñaba en que postura colocarse y cuáles eran los movimientos básicos, Kalet al ser entrenador personal estaba en su salsa.

Habían pasado todo el fin de semana en la casa de campo, Enery prácticamente se había mudado al gimnasio, gracias a unas clases de defensa personal que habían impartido en el instituto hacía unos años, sabía algunos movimientos, aun así tenía el cuerpo dolorido de todas las peleas que había perdido con Kalet, incluso había perdido dos con Rose. Zoé no había querido luchar con ella, porque no quería hacerle daño. Eran las seis de la mañana del domingo y ya se escuchaban los golpes contra un saco en el gimnasio, Kalet bajo los diez escalones que bajaban hasta el gimnasio, y allí estaba Enery, oculta detrás de un saco de boxeo que colgaba del techo que era más grande que ella pero aun así, golpeaba el saco con si fuera el doble de grande de lo que era.

Kalet se pusó justo detrás de ella, la inmovilizó desde atrás, ella se sobresalto un segundo, pero enseguida se recompuso y hizo dos intentos de zafarse de la llave que le había hecho, cosa que no logro, Kalet apretó un poco más el agarre que tenía en las manos de Enery, y esta contuvo el aliento, Enery cerró los ojos mientras Kalet la apretaba un poco más tomó una respiración lo más profunda que la llave que le hacían le permitía y cuando se dispuso a soltar el aire hizo fuerza con sus brazos hacia fuera a la vez que un torrente de algo extraordinario la recorría completamente, y al movimiento le acompañó un impulso de aire que lanzó a Kalet contra una de las paredes. Enery se dio enseguida la vuelta pensando que había causado menos daño del que creía pero cuando vio a Kalet sentado en el suelo contra la pared mientras se masajeaba la zona posterior de la cabeza supo que los esfuerzos que había estado haciendo por fin tenían su recompensa.

Volvieron a casa cuando ya había oscurecido, iban a cenar todos en casa y luego Rose y Kalet tenían que marcharse pero al llegar se encontraron la puerta echada abajo.

Enery salió corriendo hacia la casa haciendo caso omiso a los gritos de su hermana, sabía bien quién podría estar en la casa y no iba a desaprovechar la oportunidad de enseñarle a David lo que había estado aprendiendo horas atrás. Sabía bien donde debía buscar, seguro que había ido a buscar los libros.

Se paró en seco en la puerta del dormitorio de su hermana, pero al entrar en la habitación no encontró a David, Delante del baúl de su hermana había una chica de pelo negro de espaldas, al notar su presencia se dio la vuelta y Enery pudo ver sus ojos, los cuales eran como los de un reptil, era algo extraño pero cuando parpadeo sus ojos se volvieron como los de cualquiera. La chica sonrió enseñándole una lengua bífida, tenía una mirada perturbadora, en el transcurso de lo que a Enery le pareció una hora sintió como iba siendo escudada por su hermana y Kalet, Rose se posiciono a su lado y la sostuvo del brazo, el contacto de la mano caliente de Rose la hizo volver en sí.

- No vas a encontrar lo que estás buscando, y yo que tú me largaría ahora mismo – dijo Kalet enfurecido aunque Enery intuía que no la iba a dejar salir de allí viva.

- ¿Estás seguro de eso? – dijo ella pasándose su repugnante lengua por el labio superior, con un gesto como si tuviera ganas de morderlo. Antes de volver a decir nada, la chica pasó una de sus manos con sus largas uñas negras sobre el borde de la cerradura del baúl, al hacer eso sus ojos de reptil volvieron a aparecer, se vio como si algo le estuviera haciendo, la madera empezó a deteriorarse, pero no duro mucho con el proceso porque algo la impulsó con la fuerza de una patada hacia el tocador, destrozándolo todo.

- Te crees que lo iba a dejar desprotegido, tiene un escudo de protección contra todo ataque solo se puede abrir con la llave, y algo de lo que vosotros carecéis – dijo Zoé mientras mostraba una sonrisa de autosuficiencia, que la hacía ver más poderosa de lo que ya era.

De repente se escucho un grito tan estridente que todos se llevaron las manos a los oídos, Enery miro hacia atrás mientras caía de rodillas al suelo por el dolor. Otra chica había aparecido no lograba verla con claridad, el suelo empezó a vibrar, mejor dicho la casa parecía sacudirse, el grito dejó de escucharse, Enery rápidamente volvió a su posición de ataque, y buscó a su hermana que tenía los brazos extendidos en cruz mientras la casa seguía temblando, estaba claro que algo estaba haciendo Zoé, y cuando la paredes empezaron a resquebrajarse y empezaba a salir agua y dirigiéndose hacia Zoé, todo se confirmó, cuando la casa dejó de temblar alrededor de los cuatro había una barrera de agua, Zoé estaba cara a cara con la chica reptil, y su expresión de odio dejó claro que iría por ella así que los demás deberían concentrarse en la otra. Kalet fue hacia ella con el propósito de tumbarla con un puñetazo, pero antes de que llegara a ella, ella abrió la boca y a continuación se volvió a escuchar el grito pero esta vez era más potente, el grito creó una onda sonora que lanzó a Kalet escaleras abajo. Sonriendo la chica miro a Enery con un odio que no entendía.

- Que tonta fuiste al pensar que un chico como David podría estar contigo por algo más que no fuera interés – El nombramiento de David la hizo temblar dejándola algo mareada durante unos segundos cosa que la chica aprovechó para atacarla, pero antes de que el grito llegará a ella de la misma forma que había llegado a Kalet, Rose se metió en medio recibiendo el golpe sónico, acabando al lado de Kalet en el piso inferior, con sangre en los oídos y un golpe en la cabeza.

Enery parpadeo una sola vez antes de que la furia se desatará en ella, se volvió hacia la chica, mientras alrededor de ella se formaban una columna de aire que luego Enery dirigió hacia ella, haciéndola salir por la ventana que se encontraba a su espalda. Sin dejar pasar ni un segundo Enery se giró hacia donde su hermana estaba luchando con la chica reptil, su cuerpo iba en estado automático levantó las manos a la altura de la cintura y comenzó a girarlas mientras alrededor de la chica reptil se iba formando un tubo de aire con ella dentro, la estúpida intentó luchar, pero sin lograr nada, hasta que con un movimiento de mano Enery la sacó de la casa por el precioso ventanal de la habitación de su hermana, ventanal que Enery vio como quedaba destrozado antes de desmayarse.

Le costó un poco levantarse pero lo hizo mientras se apoyaba en uno de los pilares que sostenían el dosel de su cama, hecho un rápido vistazo a su dormitorio, estaba hecho un caos, del ventanal por donde había salido dispara una de las samelitas no quedaba ni el marco de la ventana, su tocador estaba partido en dos y todas sus cosas regadas por el suelo, se dio media vuelta y se encontró con un panorama peor aún, su hermana estaba en el suelo desmayada, seguramente por el esfuerzo, las paredes estaban todas resquebrajadas por la fuerza del agua al salir de las tuberías, se acercó a Enery, respiraba con un poco de dificultad como si hubiese estado corriendo pero respiraba, le acarició el pelo y fue en busca de Kalet y Rose, los cuales no estaban junto a su hermana, se giró hacia la escalera, la barandilla estaba destrozada, y al final de la escalera estaba Rose y Kalet. Rose estaba tendida sobre su espalda había un pequeño charco de sangre al lado de su cabeza, corrió escaleras abajo lo más rápido que pudo, le tomó el pulso, al ver que tenía puso a sus manos a trabajar rápidamente, la curación se realizó como siempre, la herida de la cabeza de Rose se había regenerado por completo y la única prueba de el daño causado era el charco de sangre, pero aun así Rose no despertó, tenía pulso y respiraba, pero no despertaba.

Kalet empezó a removerse en el suelo boca abajo, al mirar hacia ellas, su cara de horror se intensificó, se puso pálido y gateo hasta Rose, le acarició el pelo, y miró a Zoé sin poder decir nada, buscando respuestas.

- Respira y tiene pulso, le he curado las heridas pero aun no se ha despertado démosle un poco de tiempo – Intentó hablar con tranquilidad a pesar de que estaba bastante alterada, pero no quería preocupar a Kalet. – Ven deja que te cure ese corte – Dijo ella acercando una de sus manos a un corte que tenía desde la frente hasta la cien diagonal, gracias a dios que no había caído sobre el ojo, las retinas eran algo complicadas de sanar. Kalet negó y se apartó de ella, se puso en pie y cogió a Rose en vilo y la llevó hasta el amplio sofá.

- Voy a subir a ver a Enery, está arriba desmayada – Al subir las escaleras vio que su hermana seguía tumbada en el suelo, su respiración se había ralentizado tanto que parecía no respirar. – Kalet te necesito aquí arriba – gritó ella para que la escuchara desde el piso de abajo, enseguida subió los escalones de dos en dos y sin decir nada cogió a Enery al igual que había hecho con Rose y la colocó en el sofá contiguo a donde se encontraba Rose.

- Despertaran – dijo Zoé no solo para calmar a Kalet sino también a ella misma.


Enery Helie

No hay comentarios:

Publicar un comentario